Aníbal González nació en Sevilla en 1876, creció en el seno de una familia humilde que hizo un notable esfuerzo para que pudiera
terminar sus estudios en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, donde
fue el primero de su promoción.
Fue el principal referente de la arquitectura
regionalista sevillana, una corriente que desde finales del siglo XIX y hasta el
estallido de la Guerra Civil (1936), propuso la búsqueda de la identidad
retornando a lo tradicional, intentando recuperar el pasado artístico, principalmente los estilos mudéjar y barroco, creando edificios inspirados en estas épocas de esplendor.
En 1911 ganó el concurso del proyecto para la Exposición Iberoamericana, siendo su arquitecto hasta 1926,cuando fue obligado a dimitir de su cargo debido a problemas con el comisario regio impuesto por Primo de Rivera. Hasta ese momento desempeñó un papel fundamental en el diseño de los pabellones y espacios urbanísticos de una ciudad que crecía al sur.
Falleció en 1929, recien inaugurada la Exposición para la que tanto había trabajado; poco antes ese mismo año había sido nombrado Hijo Predilecto de Sevilla.

En 2011 se erigió esta estatua en la glorieta que lleva su nombre, y que mira a su obra más grandiosa y reconocida, la Plaza de España del Parque de María Luisa. Esconde un secreto: hay tres pequeñas manos escondidas en algún lugar de la escultura, debido a que los tres artistas que realizaron la obra fueron padres durante su realización y quisieron así plasmar con este gesto, ese acontecimiento.

Pronto se saldará una deuda con esta figura que introdujo a nuestra ciudad en el siglo XX, con la creación de un museo, en el Pabellón Real (ubicado en el parque de María Luisa), donde podremos acercarnos a su obra. Ésto, nos ayudará a valorar y entender su trabajo que podemos encontrar mientras paseamos por Sevilla.

Pronto se saldará una deuda con esta figura que introdujo a nuestra ciudad en el siglo XX, con la creación de un museo, en el Pabellón Real (ubicado en el parque de María Luisa), donde podremos acercarnos a su obra. Ésto, nos ayudará a valorar y entender su trabajo que podemos encontrar mientras paseamos por Sevilla.
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