Puente de Alfonso XIII





Este puente articulado (levadizo) conocido popularmente como el Puente de Hierro, fue construido para la Exposición Iberoamericana de 1929, ofreciendo en aquel monento un segundo paso del río, que en aquella época sólo podía hacerse a través del Puente de Isabel II.

El puente tenía un carril para cada sentido y servía tanto para los vehículos como para la vía férrea, aunque cuando era usado por el tren debía cortarse el tráfico rodado.

Un trágico suceso tuvo lugar el día 27 de abril de 1984, a las 4 de la madrugada, y mientras se encontraba abierto el puente para que pasara un barco, cayó al río un coche falleciendo su único ocupante, un médico ginecólogo, que volvía a casa despues de atender un parto. Al parecer la barrera que cortaba el paso no estaba bajada y la señalización no era la correcta.

Entre los accidentes, su deterioro y algunas circunstancias que fueron reduciendo su funcionalidad, fue sustituido por el actual puente de las Delicias en 1992, se cerró al tráfico, e incluso estuvo a punto de ser derribado. Gracias a la plataforma ciudadana Planuente (plataforma para salvar nuestro puente) se consiguió que el puente fuera conservado, aunque se desmontó de su emplazamiento para ser llevado a una parcela del puerto de Sevilla paralela a la avenida de la Raza, la dársena del Batán.

Desde entonces, está ahí abandonado a su suerte, y esto no es debido sólo al aspecto económico, también a que no hay constancia en ninguna documentación de quien es el dueño, por lo que nadie actúa, ya que ninguna administración quiere complicarse la vida.

Como curiosidad, este puente fue usado en el período que transcurrió entre las dos grandes exposiciones del siglo XX en Sevilla; la Iberoamericana de 1929 y la Exposición Universal de 1992.

Bibliografía:



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